Antes, le tomaba más tiempo a lo que no veía y lo de todos los días se me volvía tostada para comer el sonido de la lluvia.
 No somos más de donde nos conocimos y llamamos a nuestros nombres en primera lengua. Después de un tiempo, hasta siento que me salen siete de cada diente.
 Te lo di cuando te marcaron y aquí te lo quedaste. Serpientes de la misma cueva, no queremos ser parte del cielo, nos quedamos abajo y nos gusta arrancarnos la piel con el tiempo.

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