Puedo evitar morderme los labios mientras escondo mis rodillas y finjo que no te miro, puedo evitar soltar mi cabello y cubrir mis pupilas para mirar entre hilos de recuerdos y que me coman las hormigas poco a poco mientras huelo el pasto, pero no es tiempo.
El día que más pensé en acabarse, en la profundidad de un color suave piel de durazno.

Estoy hundida en cinco vértebras, me pierdo al paralelo y mis pulmones necesitan vomitar el aire mojado; entre las dunas, entre mandriles y cenizas de mis uñas débiles. Sabor de los peces boca abajo.

Más fácil que recordar la distancia, es recorrer el tiempo desde el vientre de los ojos.. y sentir que el aire espina, como cuando mi garganta te mira.. y me tapo la nariz para olerme entre las olas.