se fue secando como garrobo de lentejuelas
como las ardillas en la pecera
humeantes y turbias como agua en cubeta
como las gotas que persiguen
pero no la extraño, no quiero que regrese.
(Soniditos llaman. Aveces hasta las buenas intenciones son malas)
He aprendido a vivir sin ella,
y a buscar debajo de las rocas..
y a buscar detrás de la respiración de los nocturnos,
que aunque me dejan ciega sigo a cada mirada.
Marte puede vivir sin luna,
yo puedo vivir sin marte.. pero Luna, quédate conmigo.
Hasta que se me caliente la almohada.
1 comentario:
pfffffffff que chuladaaa!
Publicar un comentario