"La agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida." -F.G.L.

enchanted hill

He visto dos pajaritos volar y ducharse sobre las nubes, los he visto en diferentes colores, los he seguido y tocado desde mi ventana en una mañana sin sol, los he intentado traer a mi mundo y se quedan en las puras plumas.. he visto a estos pajaritos reír conmigo y sobre mí, los he olido y tenido entre mis dedos y los he visto morir. Gracias doy a ellos el entender que tengo la vida contada, que lo tengo todo a punto de perder, que si me descuido puedo dejar de respirar de repente y nada más porque sí, la vida y la muerte son vecinos y vivo en el pequeño hilo que los divide. Y a la vez, he sabido que puedo reiniciar mi vida y si quiero puedo mirar entre mis manos vacías todo lo perdido; que si me detengo de más y en un solo suspiro, la vida comienza aquí, justo en donde lo perdí todo.
se puede llover con los días contados, con la luz apagada; se puede respirar y sentir que te mueres a la vez. Se puede pensar mientras el sueño nos come, se puede vivir en la luz apagada.
Y otra vez amanecieron las lombrices de mis ojos donde el sol salió en mi espalda. Despierto seca, del otro lado de donde me dormí. La banqueta me sopla fragmentos de espacios vacíos entre los dedos de mis pies.
Estoy cansada de escuchar voces que no dicen nada, escuchar sonidos que no me llenan las orejas. Cansada de no ver desde los ojos y agitar las alas como si pudiera desprenderme del mordido de los días, como si sacudiéndome por las mañanas se me escurriera el sudor de los pulmones y pudiera ver de cerca el aire que respiramos a contraluz de las ventanas.. y que te hacen ruido.
Después del aire en mi cabeza y las manchas del arroz sobre mi piel, vuelve a salir el sol en mi techo.
Las hormigas salen de sus nidos, queda el polvo del agua en mis neuronas, y ahora sólo es el sol y yo sobre mis pies.

Seco mis patitas, es hora de ver salir las flores.