Y otra vez amanecieron las lombrices de mis ojos donde el sol salió en mi espalda. Despierto seca, del otro lado de donde me dormí. La banqueta me sopla fragmentos de espacios vacíos entre los dedos de mis pies.
Estoy cansada de escuchar voces que no dicen nada, escuchar sonidos que no me llenan las orejas. Cansada de no ver desde los ojos y agitar las alas como si pudiera desprenderme del mordido de los días, como si sacudiéndome por las mañanas se me escurriera el sudor de los pulmones y pudiera ver de cerca el aire que respiramos a contraluz de las ventanas.. y que te hacen ruido.

2 comentarios:

Estíbaliz Durkheim dijo...

Precioso como te ha quedado el texto y simplemente, desdde mi punto de vista, desgarrador.

Un saludo!

almostcrimes dijo...

Hey!, gracias por leer :)