De repente despierto y me miro en un tiempo que ya no soy, me rasco los ojos para sorprenderme en todo lo que no reconozco más, la vida y las personas a mi alrededor corren más rápido que el tiempo en el que voy y en un solo instante pierdo todo lo que me hace reir y el equilibrio que sentí toda mi vida y todo me parece diferente, cada persona cambia pero no tanto como para dejar el perfume que le da olor a la ropa. Las noches se vuelven tan largas como mi cama y los recuerdos que un día me hicieron sentir cómoda son fáciles de olvidar.

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