Las mascotas salvan vidas, me la han salvado muchas veces.
El sólo tener valor para adoptarla es sinónimo de eterna gratitud.
Estoy en el albergue de mascotas damnificadas y estando ahí,
en el interior soy una de ellas.
Hoy es el último día para que las adopten,
ojalá todos consigan un bonito hogar.

A todos, la suerte de los peludos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como cuando en la ciudad,
ser alegran
las marsopas
ques alejan,
volando, saltando sobre luces
la fuga de los suspiros

entre el silencio o entre la luz,
detras de una luna cortante
se aparta la mirada que las estrellas
ocultaba
antes de que tu
sonrieras

que dijo la noche cuando llamo al mar,
arrancandole a escondidas
la sonrisa a sus espaldas

deja que el viento se quede en silencio esta noche
que las estrellas se cansen de titilar
mientras en el prado
las luciernagas
resplandecen

suerte miau lau!

te sigo leyendo :)

te dejaria una pista pero eres muy inteligente :)