Lluvia oscura de la cara que hace amanecer el otro día. Mi cuerpo helado, sumergiéndose en la alberca de fuego que vi de hielo.
Limpieza de los ojos, que hace llover por debajo de mis cejas y regresa con la gravedad del peso que te cargas. Derrumbe de la cabeza en porciones minúsculas, casi invisibles. Crece el vacío adentro y el hambre permanece hasta la punta de mis dedos.

¿Es la sensación de tener ojos?, no sé usarlos.

No hay comentarios: